«La vida de las personas sin hogar sigue siendo un espacio semivacío de representación audiovisual. Ahora se atreve a rellenarlo y problematizarlo Yo tenía una vida, documental de Octavio Guerra que acaba de tener su estreno mundial en el Festival de Málaga 2023.» Así arranca el artículo que Jesús Tena dedica a la película en la página Cine con Ñ.
«Si Malandanza (José Francisco Rodríguez, 2019) y Sense sostre (Xesc Cabot y Pep Garrido, 2020) daban las primeras réplicas y miradas sobre el tema, ahora Guerra da un paso más allá. […] El documental recoge la actitud crítica de alguien como Jesús Mira («una excepción», aclara Octavio Guerra, porque la mayoría «no piensa como él ni tiene su formación»), que no encuentra su acomodo en el programa de reinserción… y decide salirse. «Él empezó a cuestionarse a dónde le llevaban estos programas, si no son demasiado asistenciales o si todavía tenía una oportunidad de empezar de nuevo», explica Guerra que se vio sorprendido al ver que la película estaba derivando en «una crítica social al propio sistema de ayuda».
«Guerra filma a un hombre locuaz y carismático que discute en su propia experiencia de vida la utilidad de lo que le ofrecen o, incluso, se le ve chocar frontalmente con los protocolos durante la peor época de la pandemia. Más allá de las circunstancias, a la conclusión a la que ha llegado el director con el caso de Jesús es que «hay una deficiencia de políticas sociales con respecto a las personas sin hogar» y cree que «se puede hacer mucho con esta personas. No nos quedemos solo en las políticas asistenciales».»